El objetivo de esta serie de cuadernos es
contribuir a la formación auditiva de niños que aspiran a convertirse en
músicos profesionales ofreciendo un marco conceptual, una guía metodológica y ejercicios
para iniciarlos en el proceso de creación de representaciones mentales
musicales, y de comparación entre éstas con estímulos musicales. Con esto, se
pretende desarrollar en el futuro músico un oído integral, capaz de escuchar e
imaginar música estructuradamente, y de representar lo escuchado e imaginado
con conceptos adecuados a fin de que pueda comunicarse de manera eficiente en
sus actividades musicales.
Los fundamentos teóricos sobre los que
se basan los procedimientos metodológicos y los ejercicios aquí propuestos se
alimentan principalmente de la obra de tres autores: Albert Bregman, Lawrence
Zbikowski y Bob Snyder, que aquí se citan en español y fueron traducidos por el
autor de este texto. Bregman, en su extensa obra Auditory Scene Analysis, The Perceptual Organization of Sound (1990:
Massachusetts : Massachusetts Institute of Technology), con base en protocolos
de investigación en laboratorio, analiza los procesos perceptivos mediante los
cuales organizamos los eventos acústicos en estructuras coherentes verticales y
horizontales. Bregman sostiene que hay dos tipos de construcción de
representaciones auditivas:
una que llamaré análisis
primitivo de la escena y la otra construcción
de descripciones guiada por esquemas. El uso de la palabra primitivo es
para sugerir que el proceso es más simple, probablemente innato, y guiado por
los datos acústicos entrantes. El proceso guiado por esquemas (o por hipótesis)
supone el involucramiento de la activación de conocimiento almacenado de
patrones familiares o esquemas en el ambiente acústico y de la búsqueda por
confirmar la estimulación en la entrada auditiva. (p. 397, negritas: Germán
Romero)
Por su parte, Zbikowski, en Conceptualizing
Music. Cognitive Structure, Theory, and Analysis (2000:New York, Oxford
University Press) revisa una serie de conceptos derivados de la psicología
cognitiva y los confronta con la teoría musical para proponer una aproximación
al análisis musical en el que prioriza la experiencia perceptiva sobre la
especulación teórica. Entre los conceptos que revisa se encuentra la categorización, que explica el proceso
mediante el cual clasificamos las cosas que percibimos. Zbikowski sugiere que
categorizamos de acuerdo con modelos
conceptuales, definidos como “conceptos
en una relación específica” (p. 45). Los modelos conceptuales son una “guía
para razonar acerca de los miembros aceptados y potenciales de una categoría” (p.
46). Esto es llevado a cabo a través de
una representación simplificada de la
estructura de una categoría que incorpora el conocimiento acerca de los valores
que son más típicos de un grupo selecto de atributos para la categoría dada.
Estos atributos son seleccionados de acuerdo con el objetivo de la
categorización, que son informados por modelos conceptuales más globales
aplicables a un rango más amplio de tareas de categorización. (p. 46)
Las
aportaciones de Bregman y Zbikowski se integran aquí en conceptualización primaria y estructurada.
Como se explicará a profundidad más adelante, estos términos se refieren a los
dos extremos de un amplio abanico de recursos que usamos de manera interactiva
y complementaria cuando entramos en contacto con un estímulo musical con el fin
de aprehenderlo conscientemente.
Al
ocurrir en el tiempo, la conceptualización de la música está estrechamente
vinculada a la memoria, es decir, conceptualizamos secuencias de eventos
temporales o que se desenvolverán en el tiempo. Sobre este tema, Snyder aporta
información esclarecedora en Music and
Memory: an Introduction (2000: Massachusetts: Massachusetts Institute of
Technology), libro en el que vincula la extensa investigación sobre memoria
desde la perspectiva de la psicología experimental con los diversos niveles
temporales de experiencia musical, desde el instante mínimo que necesitamos
para identificar las características acústicas básicas de un sonido, hasta la
percepción de la forma de una obra. Las aportaciones de Snyder son valiosas
para comprender los procesos mediante los cuales almacenamos información en la
memoria a largo plazo y la traemos a un plano consciente cuando una señal
activa su recuerdo. Estos procesos, como se verá más adelante, son
fundamentales para crearnos representaciones mentales de los estímulos musicales.
La capacidad de codificar lo que
escuchamos en símbolos musicales o de imaginar cómo suena un código musical es
conocida en el lenguaje musical coloquial como tener oído interno, y es la meta
principal de una clase de entrenamiento auditivo. Se propone aquí denominar
este tipo sofisticado de codificación como Representación Mental Musical (RMM),
concepto al que se dedicará una amplia explicación en las páginas siguientes.
Una representación musical mental es el resultado de una serie de procesos de
conceptualización y de recuperación de memorias asociadas que se activan con un
estímulo musical. En la medida que nuestro bagaje incluya una mayor cantidad de
conceptualizaciones y memorias especializadas, seremos más capaces de crearnos
representaciones mentales más cercanas al estímulo que las origina y por lo
tanto, más útiles para la práctica musical profesional. Como la
conceptualización y el almacenamiento de memorias firmemente asociadas son
procesos muy lentos, que pueden durar incluso años de aprendizaje, es
conveniente iniciarlos desde el comienzo de la formación musical. Y ésta es
justamente la propuesta presentada aquí: una serie de procedimientos
pedagógicos adecuados para encaminar a los niños que comienzan sus estudios
musicales en la creación de representaciones mentales musicales. Los ejercicios
y actividades que se encontrarán en el libro siguen un orden de complejidad muy
gradual, procurando que sean de fácil comprensión y realización, a la vez que
permiten crear estrategias de clase lúdicas que favorezcan el desarrollo de
esta sofisticada capacidad mental de una manera atractiva y dinámica.
Germán Romero
México, D.F., marzo de 2015